domingo, 7 de noviembre de 2010

PALENQUES

Los palenques eran espacios geográficos donde se “organizaban en comunidad los negros que habían conseguido la libertad por vía del cimarronaje armado. Como comunidades autónomas y trasgresoras del orden colonial, los palenques se constituyeron en focos de resistencia que demarcaban su territorio con empalizadas y lo defendían nombrando al interior del grupo capitanes y cuerpos de milicia para su defensa.
Los palenques se convirtieron en la realización del proyecto histórico de libertad. A partir de ellos los cimarrones se organizaron creando una nueva forma de vida, una verdadera república independiente desde donde se hacen fuertes con autoridades, organización propia, y trabajan por la conservación de la lengua, religión, música, bailes, costumbres que poco a poco mezclaron con la de los indígenas y blancos según el lugar donde se diera su presencia.
Los cimarrones, como se denomina a los cerdos domésticos que se han alzado adoptando particulares dotes de salvajía, que al escapar se convirtieron en bestias en su mayoría negras, fue el termino que, en la época de la esclavitud, se utilizo para toda persona que rechazando la esclavitud escapaba de sus amos y se internaba en la selva, en las montañas en busca de libertad. Los cimarrones fueron perseguidos con jaurías de perros amaestrados para tal efecto, y si los capturaban los castigaban con mutilaciones o los condenaban a muerte como escarmiento para todos.

ORIGEN DE LOS PALENQUES

Desde los inicios del periodo colonial muchos esclavizados se volvieron cimarrones y conformaron pequeñas bandas en las montañas. De manera espontánea fueron tomando conciencia de grupo hasta que se convirtieron en apalencados y fundaron poblados autónomos llamados palenques. Estas comunidades agrícolas se ubicaron en sitios de difícil acceso protegidos por fortificaciones en forma de empalizadas y fosos escondidos, y defendidos por gente equipada con arcos, flechas y armas de fuego. En los reportes del gobernador de Cartagena, Gerónimo de Suazo, se menciona que cuando los soldados españoles lograban hallarlos para destruirlos, se encontraban con aldeas bien dispuestas en las que predominaban cultivos de maíz, gallinas y yuca.

Los palenques albergaban gentes de diversos orígenes africanos. El liderazgo político, militar y religioso fue una constante en este tipo de sociedades guerreras organizadas por grupos de edad, es decir, mediante un sistema que propendía por la reunión de todas las personas según sus años y su sexo. Esta forma de articular a la colectividad era una respuesta táctica a la necesidad de mantener en pie de guerra partidas de soldados dispuestos a defender el palenque.
El Palenque de San Basilio, situado a 60 km. de Cartagena, es una comunidad de descendientes de cimarrones africanos del siglo XVII. Domingo Biohó fue el líder mítico cuya fiereza quedó plasmada en los reportes que los gobernadores de la Provincia de Cartagena enviaban a la Corona. Desde 1603, la fuga de esclavizados de la ciudad de Cartagena y sus alrededores inquietó a las autoridades. Los fugitivos no sólo partían con las herramientas de labranza y las armas de fuego, sino que fundaban pueblos en las ciénagas inaccesibles de la región. Desde sus fortalezas descendían al valle del río Magdalena para asaltar las embarcaciones que transportaban víveres, oro y todo tipo de mercancías. La guerra duró casi un siglo hasta que, en 1691, el rey de España optó por la negociación y les otorgó las tierras en las que habían levantado sus poblados.

Gracias a los documentos coloniales se sabe que los palenques de la costa Caribe, en especial los que estaban situados en los Montes de María, como el Palenque de San Basilio, tuvieron una economía de subsistencia basada en sementeras de yuca y maíz, y que establecieron contactos con los esclavizados de las haciendas vecinas, quienes les servían de intermediarios para cambiar pequeñas cantidades de oro extraído de las arenas auríferas de los ríos por medio de armas de fuego.

UBICACION DE LOS PALENQUES

La documentación colonial muestra que desde muy temprano hubo palenques en la Península de La Guajira y en las gobernaciones de Santa Marta y Cartagena. En el siglo XVI esta última contó con asentamientos de fugitivos ubicados en los alrededores de los pueblos de San Sebastián de Buenavista, Tofeme en el partido de Tolú y la barranca de Malambo. Estos palenques estaban densamente poblados.

En el siglo XVII el inconformismo de los esclavizados aumentó y los palenques se multiplicaron. En la Provincia de Cartagena fueron numerosos. Estaban diseminados a lo largo y ancho del territorio, ocupando el norte, centro y sur de la provincia. En el norte, la actividad se concentraba en la Sierra del Luruaco, donde tenían gran influencia los poblados rebeldes designados con los nombres de Betancur y Matuberé.

En el centro, las comunidades cimarronas de San Miguel y El Arenal, situadas en las estribaciones de la Sierra de María, eran reconocidas por su larga tradición de rebeldía y porque contaban con más de doscientos cimarrones cada una. En el sur, los asentamientos de Cimarrón y Norosi se establecieron en la Serranía de San Lucas y ejercieron su dominio en los territorios situados entre los ríos Magdalena y Nechí. Tanto en estos como en los del centro convivieron criollos y deportados africanos de diversos orígenes.

En el siglo XVIII los palenques se situaron a lo largo de los valles formados por los ríos Cauca y Magdalena. Un buen ejemplo lo constituye El Castigo, ubicado en el suroccidente del virreinato de Santa Fe, que congregó a más de cuatrocientas familias asentadas en dos poblados estables, y que basaban su subsistencia en una economía estacional.

ORGANIZACION SOCIAL

Los palenqueros viven en una organización social heredada de sus ancestros africanos: los “ma-kuagro”, de acuerdo con la cual toda la sociedad se divide en grupos de edad, lo que permite la división de trabajo, la protección del territorio, la conservación de las tradiciones basadas en la honestidad, la solidaridad y el espíritu colectivo.
Otra forma de organización social, igualmente presente en San Basilio de Palenque, es la “junta” que se constituye a base de un propósito concreto (por ejemplo alguna enfermedad) y desaparece, una vez el objetivo se haya cumplido.

CONTEXTO EN QUE SURGEN Y RAZONES

La configuración de las comunidades afro colombianas se hace inicialmente en el marco de la esclavitud, bajo los parámetros de los dominadores, y es a partir de los procesos de resistencia, sincretismos, cimarronaje y configuración de palenques, compra de la libertad y finalización de la esclavitud que los afrocolombianos logran ir estructurando sus comunidades, sus familias y creando sus formas organizativas.
Los Palenques fueron las primeras sociedades libertarias Afroamericanas que existieron durante el período colonial, constituyéndose en sociedades alternas y opuestas a las sociedades dominantes del momento. Surgieron gracias a la acción valerosa de los esclavizados de procedencia africana, quienes fueron capaces de sacudirse de las cadenas de la esclavitud a que estaban sometidos, apropiándose de un territorio, creando un sistema de vida, de relación con la naturaleza y entre sí mismos; existieron muchos Palenques sobre todo en la región Caribe, sobresaliendo los asentados en la Sierra de María actual centro de los departamentos de Bolívar y Sucre.

Los palenques constituyen una de estas formas organizativas. Como señala Aquiles Escalante, el palenque sintetiza la insurgencia anticolonial, desde los palenques el afro colombiano empezó a crear condiciones para arraigarse en un territorio y desde ellos empieza a organizar su nueva manera de vivir, a crear sus propias formas de gobierno y de organización social. Éstos constituyeron espacios para la construcción de identidad y según Jaime Jaramillo fueron "la célula social en la que el negro trató de dar cauce a su tendencia a la vida libre y necesidades de sociabilidad,... en el palenque elegían sus autoridades, realizaban sus fiestas, organizaban el culto religioso y tenían sus cabildos. De hecho no hay que olvidar que el palenque tiene un carácter militar, sitio de atrincheramientos estratégicos, protegidos con trampas, fosas, empalizadas, lugares de entrenamiento, provisión y descanso y refugio de los cimarrones”.

FESTIVAL DE TAMBORES Y EXPRESIONES CULTURALES DE PALENQUE

Festival de Tambores y Expresiones Culturales de Palenque se realizará entre el 9 y 12 de octubre de 2009.
La música dirigida desde el tambor en Palenque está presente en todas las actividades cotidianas desde los rituales fúnebres hasta las diferentes formas de diversión y recreación. La música en Palenque es parte activa de la vida, desde que la persona nace hasta el momento de la muerte. En las expresiones musicales de Palenque encontramos una marcada influencia de sus representaciones sociales, experiencias e instituciones culturales. De ahí que la música en Palenque define y toca todos los espacios que hoy componen el contexto palenquero, la muerte, los cultivos, las comidas, los juegos y rondas, la venta de dulces tradicionales, el enamoramiento, los peinados y las casas, entre otras.
La música es una expresión cultural que interpela las subjetividades y experiencias de los palenqueros. Sin música son inimaginables las diferentes festividades que constituyen su calendario festivo, así como los innumerables eventos ligados a celebraciones específicas (graduaciones, matrimonios, cumpleaños, nacimientos, entre otros) o a la elaboración del dolor colectivo mediante el baile al muerto (lumbalú). Ahora bien, la música también habita la vida diaria y las jornadas de trabajo. Cánticos improvisados acompañan a los hombres en sus actividades laborales en los montes o, después de la jornada de trabajo, en el arroyo mientras se bañan o lavan sus mulas. Mientras las mujeres caminan con sus poncheras en la cabeza rumbo al arroyo o cuando se encuentran aporreando la ropa sentada en sus tablas con los pies inmersos en el agua, no es difícil que un canto las acompañe. La música palenquera puede ser dividida en dos grandes grupos. De un lado está la música tradicional palenquera compuesta por ciertos géneros musicales: Son de sexteto, Bullerengue, Chalupa, Son de Negro, Chalusonga, mapalé, puya y Champeta, en los cuales intervienen determinados instrumentos tales como el tambor; alegre, llamador, pechiche, bongo (hembra-macho), timba y tambora; Marímbula “es un instrumento de percusión en forma de baúl rectangular (caja) con 7 a 12 flejes o laminas de acero puestos en su cara frontal y cruzado”; Maracas, calves entre otros y encuentra en un selecto grupo de palenqueros y palenqueras sus más claros exponentes, entre los más conocidos está el Sexteto Tabalá, las Alegres Ambulancias, Son Palenque, Ane Swing, Escuela de Danza y Música de Batata, Oriki Tabalá y Estrellas del Caribe. En la actualidad gracias al trabajo que se viene adelantando desde la escuela hay un gran número de niños, niñas y jóvenes que se proyectan.

DERECHOS QUE REIVINDICAN

1.             El derecho a ser diferentes. Ser grupo étnico (pueblo), implica un status de autonomía que no hemos ejercido.  El ser no se discute, no se argumenta, no se reclama, se ejerce, se intercambia; y, en este caso, seguimos desgastándonos, explicándole, argumentándole al otro -que jurídica y naturalmente es igual a nosotros- para que reconozca y aplique unos asuntos que ya tenemos reconocidos y ganados por el hecho simple de haber nacido y existir, es decir, la sola existencia es el argumento sólido para vivir dignamente.
2.             El derecho al territorio. Cuando introdujimos la lucha por el territorio, sabíamos de su profundidad y complejidad, por eso llegamos a plantear que la defensa política del mismo, tendría que ser aunando fuerzas con los indígenas ya que tenemos que trabajar por hacer de los territorios colectivos el soporte fundamental de nuestro proyecto de vida. 
Tenemos que recuperar la alianza con los pueblos indígenas para la defensa conjunta de nuestros territorios y para la observancia de un modelo de buen vivir.  Tenemos que trabajar por la definición territorial por fuera del Pacífico y tenemos que trabajar porque cese la desterritorialización,  para que nuestra gente vuelva a vivir…
3.             El derecho al etnodesarrollo. El mejor artículo de nuestra ley, el 47,  prescribe: “El Estado adoptará medidas para garantizarle a las comunidades negras de que trata esta ley el derecho a desarrollarse económica y socialmente atendiendo los elementos de su cultura autónoma.”  Sin comentarios.  No, hay un comentario: todo pueblo se desarrolla básicamente a partir de lo que es, sabe, tiene, hace y quiere y las comunidades afros tenemos que convencernos que tenemos con qué. 
4.             El derecho a la etnoeducación. Cuando nos planteamos la etnoeducación, mas que luchar por acceso a la educación u oportunidades laborales convencionales, nos propusimos luchar por el cambio de sus contenidos y su enfoque, dada su impertinencia.  Ahora, ¿requerimos acceso y oportunidades laborales? Claro que sí, pero no mediante concursos desconfigurados de docentes etnoeducadores como el que se hizo recientemente. 
La etnoeducación según LOS PALENKES, representa la posibilidad de implementar un nuevo modelo educativo holístico construido y desarrollado con su diversidad.  Nuestro Movimiento hoy no apunta hacia dicha dirección…  Se impone el enfoque marginal del Estado y nosotros le hacemos el juego…
5.             El derecho a la etnopolítica. Consecuente con la conquista del reconocimiento como grupo étnico, se permean muchos espacios de participación, inclusive la misma estructura estatal para llevar nuestra voz diferenciada al escenario de la administración pública, sin embargo, el uso de estos espacios corresponde exactamente a lo que somos hoy como líderes, organizaciones y pueblo.
Cabe anotar que los derechos de dichos grupos están enmarcados en la Constitución Política de Colombia del 1991, donde en su artículo 7 establece que: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana.” A su vez reconoce la nación colombiana como multiétnica y pluricultural, y  se establece la obligación de reconocimiento y protección de los grupos étnicos (Artículo 7), la promoción de las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptar medidas a favor de grupos discriminados o marginados (Artículo 13) y la obligatoriedad de promulgar una ley que les reconozca a las comunidades negras el derecho a la propiedad colectiva y establece mecanismos para la protección de la identidad cultural y los derechos de estas comunidades, y para el fomento de su desarrollo económico y social (artículo transitorio No. 55).
La Ley 70 de 1993 “Por la cual se desarrolla el artículo transitorio 55 de la Constitución Política” señala en su artículo 1° como propósito “establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las comunidades negras de Colombia como grupo étnico, y el fomento de su desarrollo económico y social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan condiciones reales de igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad colombiana”.
El artículo 55 transitorio de la Constitución Política dio lugar a la expedición de la Ley 70 de 1993 y demás decretos reglamentarios en los cuales se reconoce a las comunidades negras de Colombia como grupo étnico, establece mecanismos para la protección de su identidad cultural y el fomento a su desarrollo económico y social. De igual forma, reconoce el derecho a la propiedad colectiva sobre tierras baldías en las zonas rurales ribereñas ocupadas por comunidades negras del Pacífico que tengan prácticas tradicionales de producción y en otras zonas del país que cumplan con los requisitos establecidos en la ley.

LOGROS Y AVANCES

Con la expedición de dicha Ley 70 de 1993 y sus decretos reglamentarios, las comunidades negras o Afrocolombianas, han alcanzado un desarrollo significativo, aunque no suficiente, de algunos de sus derechos económicos, políticos y sociales encaminados a la obtención de condiciones reales de igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad colombiana. Algunos de los logros que la Ley 70 promovió en reconocimiento de los derechos de las comunidades negras han sido los siguientes:
·         Participación de dos miembros de las comunidades negras a la Cámara de Representantes mediante circunscripción especial para grupos étnicos,
·         conformación cada cuatro años de la Comisión de Estudios con el objeto de formular un plan de desarrollo para las comunidades negras como marco de referencia para la formulación de políticas del Plan Nacional de Desarrollo.
·           creación de la Comisión Pedagógica Nacional con participación de representantes de las comunidades negras para asesorar la formulación de la política de etnoeducación para comunidades negras.
·          inclusión de la cátedra de estudios afrocolombianos como parte del área de sociales.
·         creación del Fondo Especial de Créditos Educativos administrados por el ICETEX para estudiantes de las comunidades negras de escasos recursos económicos para su acceso a la educación superior.
·          participación de representantes de las comunidades negras en el Consejo Nacional de Planeación, Consejos Territoriales de Planeación, Consejos Directivos de las Corporaciones Autónomas Regionales, Consejo Nacional de Juventud, Consejo Nacional de Paz.
·          participación de las mujeres afrocolombianas rurales en los órganos de decisión de los consejos comunitarios y en las comisiones consultivas departamentales, regionales y de alto nivel.
·           Establecimiento del día nacional de la Afrocolombianidad a celebrarse el 21 de mayo de cada año.

CIBERGRAFIA

   http://www.barulegazette.com/bar%C3%BBle_gazette_-_zona_de_archivo_-_00083.htm 

http://todacolombia.com/etnias/afrocolombianos/palenques.html

http://www.colombia.travel/es/turista-internacional/actividad/atracciones-turisticas-recomendadas-informes-especiales/san-basilio-de-palenque